Sagrado Loto Azul

Las plantas tienen sus propias maneras de comunicarse con nosotros. Su lenguaje es sutil, habla en forma y color, responde a los ciclos de la Tierra (o del Cielo), nos cuenta sobre un territorio y sobre sus habitantes, y también anuncia los cambios en el tiempo. Entender este lenguaje es cuestión de abrirse a recibir y escuchar con atención. Empezar a entrever las repeticiones, patrones y sincronías que de otra forma podemos pasar por alto.

En la vida, he ido encontrando el mensajes de diferentes plantas que hasta hoy siguen siendo grandes compañeras. He aprendido sobre su naturaleza, su espíritu y su medicina. Las he investigado y analizado, pero sobre todo, he abierto un puente de comunicación directa con ellas, ya sea sembrándolas o tomándolas. Estas sabias se presentaron de diferentes formas. Algunas, como el Hayo y el Cacao, llegaron gracias a personas y momentos que despertaron memorias antiguas guardadas en lo profundo del corazón, permitiéndome recordar que desde siempre existió un vínculo fuerte. Otras, se manifestaron a través de sueños o se hacían evidentes observando lo que estaba a mi al rededor, y a algunas me las encontré cuando menos lo esperaba.

Aunque no recuerdo muy bien cuándo apareció Nymphaea Caerulea, también conocida como Nenúfar o Loto Azul, sé que desde el primer momento, el amor fue absoluto. Y ha sido gracias a mi querida Andrea que he podido conocer y sentir esta planta tan cerca. Junto a ella nos hemos entregado a la experimentación y a la escucha de la amada Nymphaea. Podemos atribuirle grandes momentos de creatividad y de inspiración con la Nympha Fumable y desde su gran devoción por la planta, Andrea se ha permitido otras formas de conversar con ella. El Bolso Loto, la Camiseta Loto y el Sarong Onírico, han sido algunas de estas expresiones. 

Sobre la planta puedo contarles que es poderosísima. Su encanto es totalmente embriagador y envolvente; es toda una coqueta. Basta con investigar un poco sobre la planta para entender que para civilizaciones antiguas como la egipcia y la maya era sagrada, venerada y usada en momentos de ritual. Se creía que ayudaba a alcanzar estados de éxtasis y trascendencia profundos. Si te detienes en alguna representación de Antiguo Egipto, la encontrarás dibujada por todas partes. Ella guarda los secretos que unen el mundo que percibimos y el mundo que está más allá; es puente a los sueños, a los mensajes de los dioses y fuente de infinita inspiración. Su nombre muy bien nos reporta a las historias de ninfas que en otro tiempo acompañaban, arrullaban e iluminaban a artistas, heroínas, héroes y poetas. 

Como propiedades se le atribuyen la calma de estados ansiosos y del sistema nervioso, la relajación y conciliación del sueño y la conexión con el mundo onírico. Loto nos permite abrir la intuición, alcanzar estados profundos de meditación y de presencia. Su color, nos conecta con los chakras Ajna (tercer ojo) y Sahasrara (corona). En altas dosis, ella es además afrodisíaca y ligeramente eufórica. 

Como símbolo representa la fertilidad, se conecta con el elemento agua, con el planeta Neptuno —divinidad asociada a las profundidades del mar y del inconsciente–, y con la belleza que surge del fango hacia la luz. Es un gran elemento de transformación. Sus botones se cierran durante gran parte del día para desplegarse hacia el cielo a medio día y por esto, también se le asociaba al dios solar egipcio Ra.

Sus propiedades y bondades son muchas, mi amor y devoción por ella son infinitos, pero me quedo corta en la descripción, así que la invitación siempre será a experimentarla, a conocerla, a abrirse a su sutileza y divina delicadeza personalmente. 

Cuéntanos en los comentarios si conoces esta sabia maestra y si has tenido algún acercamiento con ella.

 

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